Si hay algo que siempre nos ha emocionado en casa son las piñatas!!! 

Cuando éramos pequeñas, nos encantaba romperlas "a palos", ahora las hacemos para nuestros hijos, sobrinos y nietos. Es una de las tantas costumbres que hemos ido adquiriendo a lo largo de los años y de las migraciones de la familia. 

En Latinoamérica la piñata es obligada en cada cumpleaños infantil. Supongo, que mucha gente pensará que es violento poner a niños desde tan pequeños a dar palos y palos con todas sus fuerzas.... no sé qué decir.....yo lo veo de otra forma....y me explico....

Hace unos cuantos años atrás, tuve que ir a terapia, estaba rabiosa, frustrada, y algo deprimida....todo a la vez....el caso es que en una de las sesiones, psicólogo me pidió que volcara toda mi rabia y frustración con una cojín que había en la sala....que le insultara o le golpeara si eso es lo que me salía del alma.... (no sé si aún sugieres ese tipo de cosas, pero salé más "ligerita" por hacer algo que no podía hacer contra quien despertaba mi rabia).

Lo cierto es que todos, desde pequeños, rabiamos (con o sin razón) pero es así. Y lo peor que podemos hacer es guardarla, tragarla y acumularla. Dejemos entonces que los pequeños den con un palo, con toda sus fuerzas, y que se liberen, sin siquiera saberlo. Si al final, sólo recogerá, chuches y juguetes!!!

Dicho ésto....vamos con nosotros los adultos. 

¡Ya tenemos excusa para liberarnos también! 

Quienes las pusieron en la palestra, añadiéndoles glamour y brillo fueron Confetti System. 

Me encanta la vuelta que le han dado a las piñatas!!! Las han utilizado como decoración de escaparates de tiendas de lujo, como decoración en una sala de eventos etc. Y siempre con mucho brillo.

Ahora lo más chic es una piñata en una boda. Se pueden hacer verdaderas preciosidades y pasar un rato divertido con los invitados.