Una de las maravillas que nos regala la naturaleza son los troncos a la orilla del mar.
Golpeados por las olas y desgastados por el sol y el salitre son un material perfecto para hacer decoraciones y llevarnos a casa ese rinconcito de mundo.

Lo primero que debes hacer es recolectar ramas de tus paseos por parques o campos.
Preparar nuestros propios troncos de playa es fácil y relativamente rápido, sobre todo si aprovechamos el calor del verano para secarlos, y te aseguramos que el resultado es bastante aceptable y que podrás realizar miles de manualidades con ellos.
- bicarbonato sódico (lo consigues en Mercadona o Día)
- lejía
- agua
- contenedor para tus piezas de madera
- papel de lija


- Deberá estar en remojo un par de días o hasta que veas que la corteza se desprende con facilidad.
Para hacer la limpieza de los troncos, utiliza un cepillo de alambre. Si resulta difícil eliminar la corteza, deberás dejar la madera en remojo más tiempo.
- Una vez que elimines toda la corteza, tendrás que asegurarte de eliminar cualquier bacteria o bicho, de esos que nunca faltan en el campo y que ni ves, así que vuelve a llenar tu contenedor de agua pero esta vez añade una taza de lejía y sumerge otro par de días. Esto también ayudará a blanquear la madera.

- A las piezas les faltará darles esa apariencia de desgaste. Lija la superficie, sobre todo los bordes puntiagudos hasta conseguir el efecto de meses de erosión en el mar.

Ya las piezas lucirán bonitas para ser utilizadas en manualidades, pero si quieres darle un tono mas grisáceo puedes rebajar una pintura gris con agua (tiene que quedar como agua manchada más que como pintura) y con un trapo y apenas un poco de pintura podrás darle el último toque.
Ahora ya tendrás madera lista para usar!
¿Ya tienes alguna idea para utilizar tu nueva madera?

No hay comentarios:
Publicar un comentario